Rusia lanzó un intenso bombardeo en la capital de Ucrania, Kiev, dejando como saldo una decena de personas muertas, entre ellos un ciudadano estadounidense. 

La información confirmada por las autoridades ucranianas sostiene que este fue uno de los ataques más letales sobre suelo capitalino desde el inicio de la guerra.

Los ataques rusos golpearon “27 lugares en distintos distritos de la capital”, afirmó el ministro de Interior, Igor Klimenko, entre ellos edificios residenciales, establecimientos educativos e infraestructuras críticas.

Además de las víctimas mortales, el ministro Klimenko también reportó casi medio centenar de heridos en Kiev y media decena en Odesa, una ciudad portuaria en el sur de Ucrania.

Rusia mantuvo sus ataques contra Ucrania a pesar de los esfuerzos de Estados Unidos para cerrar un alto al fuego tras más de tres años de conflicto.

Las conversaciones se estancaron. Moscú rechazó la tregua “incondicional” reclamada por Kiev y sus aliados europeos y Ucrania desestimó las demandas rusas tachándolas de “ultimátums”.