El caso de Valeria Afanador, la niña de 10 años desaparecida en Cajicá, dio un giro dramático tras el hallazgo de su cuerpo en la ribera del río Frío, a pocos metros de su colegio. La noticia fue confirmada por el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, luego de 18 días de intensa búsqueda.
Las autoridades señalaron que la zona donde apareció la menor había sido inspeccionada en varias ocasiones, lo que alimenta sospechas de que el cuerpo fue trasladado hasta ese lugar. La Fiscalía maneja la hipótesis de que la escena pudo haber sido manipulada, lo que complica aún más la investigación.
El abogado de la familia, Julián Quintana, insiste en que se trata de una desaparición forzada y responsabilizó al colegio por presuntas omisiones, incluida la demora en alertar sobre la desaparición y la falta de información sobre un hombre que había merodeado las instalaciones.
Las imágenes de cámaras de seguridad aportan más preguntas que respuestas: se observa a Valeria deambular sola en el patio, pese a su condición de síndrome de Down, y se aprecia a un sujeto no identificado rondando el área antes de su desaparición. Las autoridades buscan determinar si hubo negligencia institucional o participación de terceros en el hecho.
Medicina Legal será la encargada de establecer la causa de la muerte, mientras la Fiscalía continúa con la recolección de pruebas y entrevistas.