Racquel Smith de 35 años fue condenada a cadena perpetua en Sudáfrica por secuestrar y vender a su hija de seis años en un caso que estremeció al país.
La sentencia, dictada este jueves por un tribunal, también aplicará al novio de la acusada y a un amigo de ambos, quienes actuaron como cómplices en el delito de trata de personas.
A la condena se añade una pena de 10 años de cárcel por secuestro y la inscripción de los tres acusados en el registro de protección de menores.
La pequeña Joshlin Smith, desapareció en febrero de 2024 en Saldanha Bay, una localidad pesquera situada a unos 135 kilómetros al norte de Ciudad del Cabo. Desde aquel día, no se ha tenido ningún rastro de su paradero.
Al inicio del caso, la madre de Joshlin recibió un fuerte respaldo público, mientras se desplegaron intenss labores de búsqueda a nivel nacional para encontrar a la niña desaparecida.
Sin embargo, todo dio un giro cuando los fiscales afirmaron que Racquel Smith había vendido a su hija a un hombre curandero, que se interesó en sus ojos verdes y su tez clara, presuntamente por $1,100 dólares.
En su sentencia, el juez no reveló a quién fue vendida la niña ni los motivos detrás del crimen, pero describió a la madre como una persona manipuladora, sin rastro de arrepentimiento ni señales de angustia por la desaparición de su hija.