El Real Madrid ha sido sancionado por la UEFA con una multa de 30.000 euros y el cierre parcial de al menos 500 localidades del Santiago Bernabéu tras los incidentes ocurridos en el partido de vuelta de la repesca de la Champions League contra el Manchester City. La medida se debe al comportamiento de algunos aficionados que entonaron cánticos ofensivos contra el técnico rival, Pep Guardiola. Sin embargo, el castigo queda en suspenso por dos años, condicionado a que no se repita una situación similar.
La UEFA no especificó en su resolución el motivo exacto de la sanción, pero todo apunta a los insultos que se escucharon desde la grada de animación blanca. Entre los cánticos entonados, uno de los más notorios hacía referencia al aspecto físico del entrenador y a su supuesta vinculación con ciertas prácticas y lugares, lo que ha sido considerado como una falta a la dignidad humana según el reglamento disciplinario del organismo europeo.
El castigo se fundamenta en el artículo 14.2 del código disciplinario de la UEFA, que sanciona a los clubes cuyos aficionados incurran en comportamientos discriminatorios. Dicho artículo establece que si los seguidores de un equipo insultan la dignidad de una persona o grupo de personas por razones de raza, religión, género, orientación sexual u otras características protegidas, el club puede ser penalizado con el cierre parcial de su estadio, además de sanciones económicas.
Aunque la UEFA reconoce que los insultos no fueron masivos durante el partido, ha decidido aplicar una sanción ejemplar para evitar que estos comportamientos se repitan. Además, advierte que el cierre parcial del estadio podría hacerse efectivo si en los próximos dos años ocurre un incidente similar en un encuentro de competición europea.
Esta no es la primera vez que el organismo rector del fútbol europeo toma medidas contra equipos cuyos aficionados han protagonizado actos de comportamiento discriminatorio. Sin embargo, el hecho de que la sanción quede en suspenso demuestra que la UEFA ha optado por una advertencia antes de tomar medidas más drásticas contra el club merengue.
El Real Madrid, por su parte, aún no ha emitido un comunicado oficial sobre la sanción. Se espera que en los próximos días el club valore la posibilidad de recurrir la multa económica y la amenaza de cierre parcial del estadio, argumentando que los cánticos no fueron generalizados y que se trató de un grupo reducido de aficionados.