DOGE, la Agencia Federal de Eficiencia Gubernamental, podría convertirse en la marea que hunda los ambiciosos programas tecnológicos que desarrolla el empresario Elon Musk, luego que el presidente Donald Trump reavivara su enfrentamiento con el magnate al advertir que la agencia federal creada por el propio Musk, podría volverse en su contra. 

El mandatario comparó el organismo a “un monstruo que podría volver y comerse a Elon”, insinuando su intención de iniciar una revisión de los subsidios otorgados a Tesla y SpaceX.

La tensión surgió tras las críticas de Musk al “One Big Beautiful Bill”, un proyecto de ley promovido por la administración Trump que recorta beneficios para vehículos eléctricos. Musk acusó a la propuesta de incrementar peligrosamente la deuda y sugirió incluso la formación de un nuevo partido político. Trump respondió con dureza, asegurando que sin los subsidios del gobierno, Musk “tendría que cerrar sus empresas y quizás regresar a Sudáfrica”.

El impacto político también ha alcanzado los mercados: las acciones de Tesla cayeron más del 6 % en la apertura de este martes, profundizando una caída anual cercana al 20 %.