El presidente Donald Trump, a través de una orden anunciada por la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, ha tomado la drástica decisión de revocar los permisos de seguridad de destacados exfuncionarios de la administración Biden. Entre los afectados se encuentran nombres como el exsecretario de Estado Antony Blinken, el exasesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan y la exsubfiscal general Lisa Monaco, además de varios abogados y altos fiscales.
La medida también impacta a 51 exfuncionarios de inteligencia que en 2020 firmaron una carta calificando el escándalo del portátil de Hunter Biden como una estrategia de desinformación rusa. Trump sostiene que dicha acción fue una maniobra para proteger a Biden en plena campaña electoral, y ahora apunta a evitar que se sigan utilizando indebidamente los accesos a información clasificada.
El mandatario había adelantado desde enero su intención de retirar estas credenciales, argumentando un uso indebido de información sensible. Con este recorte, Trump refuerza su política de depuración en las agencias de inteligencia y justicia, buscando que operen sin injerencias políticas.
Esta decisión se enmarca en el prolongado conflicto político generado por el caso del portátil de Hunter Biden, que ha polarizado a la opinión pública desde 2020. Aunque la revocación de permisos de seguridad no es una medida habitual, la administración Trump argumenta que es necesaria para proteger la integridad de los servicios de inteligencia y evitar filtraciones de información sensible.