La administración de Donald Trump reanudó la práctica de las “verificaciones vecinales” para solicitantes de ciudadanía, según un memorando del Servicio de Ciudadanía e Inmigración. La medida, que había quedado en desuso durante años, contempla la revisión de la residencia y el empleo de los aspirantes a la naturalización.
La institución sostuvo que el objetivo es garantizar que solo los candidatos “más calificados” accedan a la ciudadanía, en concordancia con la sección 335(a) de la Ley de Inmigración y Naturalización. Estas investigaciones podrán incluir entrevistas con vecinos, empleadores y asociados, así como la recopilación de testimonios sobre la conducta del solicitante.
Estas revisiones se suman a otras medidas recientes, como la implementación de pruebas de “antiamericanismo”, que incluyen la inspección de redes sociales para detectar mensajes considerados ofensivos hacia el país.
Organizaciones de defensa migratoria han advertido que estas políticas amplían la discrecionalidad de las autoridades y pueden abrir la puerta a decisiones arbitrarias. Washington, sin embargo, sostiene que los filtros fortalecen la seguridad nacional.