El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el jueves que quiere «hacer algo» para proteger a los migrantes sin documentos que trabajan en la agricultura y los hoteles.

Los operativos de la agencia de migración ICE en estacionamientos y fábricas en Los Ángeles han desencadenado violentas protestas. Y el sindicato de trabajadores agrícolas UFW informó que la agencia ha llevado a cabo operaciones similares en zonas agrícolas del sur de California y según cifras del Departamento de Agricultura estadounidense, alrededor del 40% de los obreros contratados para las cosechas de cultivos en Estados Unidos no tienen permisos de trabajo válidos.

Trump afirmó que hay que actuar con sentido común ya que lo que está pasando es que se deshacen de algunos trabajadores y terminan contratando a «delincuentes que han entrado» en Estados Unidos.

El presidente ha prometido la mayor deportación en la historia de personas en situación irregular, pero aclaró que se centraría en aquellos con antecedentes penales.
Sin embargo, medios estadounidenses afirman que la Casa Blanca ha ordenado aumentar el número de expulsiones a 3 mil diarias. La administración republicana apunta también a trabajadores, a personas que entraron con permisos humanitarios e incluso a aquellas con visas expiradas.