El presidente Donald Trump firmó este martes una orden ejecutiva que otorga un alivio fiscal temporal a los fabricantes de automóviles con plantas en Estados Unidos. La medida modifica parcialmente el régimen arancelario establecido en marzo, permitiendo a las compañías acceder a créditos compensatorios si ciertas partes importadas no superan el 15% del valor total del vehículo.

Según el acuerdo, los autos ensamblados en EE. UU. entre el 3 de abril de 2025 y el 30 de abril de 2026 recibirán un crédito fiscal del 3.75% sobre su valor total. Ese porcentaje disminuirá al 2.5% entre mayo de 2026 y abril de 2027. La disposición aplica tanto a fabricantes nacionales como extranjeros, siempre que el ensamblaje final ocurra en territorio estadounidense.

Trump explicó que la medida busca evitar penalizaciones durante una “transición a corto plazo”, reconociendo la dificultad de acceder a ciertas piezas esenciales debido a las restricciones comerciales. Los aranceles originales del 25% sobre automóviles importados continúan vigentes, mientras que los aplicables a partes entrarán en vigor el 3 de mayo.

La administración sostiene que las importaciones siguen representando una amenaza para la seguridad nacional, argumento utilizado también en 2019 para justificar barreras comerciales al sector automotor. Sin embargo, con esta excepción temporal, se pretende equilibrar la protección de la industria local con incentivos a la inversión en producción nacional.

El secretario de Comercio, Howard Lutnick, calificó el pacto como “una gran victoria” para la estrategia industrial de Trump, afirmando que premia a las empresas comprometidas con expandir su capacidad en EE. UU. Los países más afectados por los aranceles continúan siendo Alemania, Japón y, en menor medida, México y Canadá, cuyas exportaciones de piezas siguen exentas de forma temporal.