El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo oficial un impuesto del 25% sobre los bienes que llegan al país norteamericano provenientes de Japón y Corea del Sur.
El mandatario asegura que la medida es debido a desequilibrios comerciales con sus principales aliados en el continente asiático.
El incremento en los aranceles entra en vigor a partir del 1 de agosto y Donald Trump advierte que cualquier represalia sería castigado con un incremento aún mayor a los impuestos.
“Si por alguna razón deciden aumentar sus aranceles, entonces, cualquier número que elijan para aumentarlos se sumará al 25% que cobramos”, escribió Trump en las cartas al primer ministro japonés Shigeru Ishiba y al presidente surcoreano Lee Jae-myung.
Las cartas no son la última palabra de Trump sobre los aranceles, sino más bien otro episodio en un drama económico global en el que el presidente se ha colocado en el centro.
Trump inicialmente provocó histeria en los mercados financieros al anunciar tasas arancelarias sobre docenas de países, incluyendo un 24% sobre Japón y un 25% sobre Corea del Sur. Para calmar los mercados, Trump reveló un período de negociación de 90 días durante el cual los bienes de la mayoría de los países fueron gravados con una tasa base del 10%.
El período de negociación de 90 días técnicamente termina antes del miércoles, aunque múltiples funcionarios de la administración y el propio Trump sugirieron que el período de tres semanas antes de la implementación es similar a tiempo extra para conversaciones adicionales.
Estados Unidos tuvo un desequilibrio comercial de 69.400 millones de dólares en bienes con Japón en 2024 y un desequilibrio de 66.000 millones con Corea del Sur, según la Oficina del Censo.