La administración del presidente Donald Trump anunció una prórroga de 7 días para la entrada en vigencia de los aranceles, pasando del 1 al 7 de agosto; sin embargo, esto no implica la suspensión de los gravámenes.

El mandatario firmo este jueves la orden ejecutiva que eleva significativamente los aranceles a productos provenientes de varios países, como parte de su política de “aranceles recíprocos”. La medida incluye un aumento de los gravámenes a Canadá, que pasan del 25% al 35%, y una subida a Colombia, que enfrentará un arancel total del 20%, los que seran aplicados desde el 7 de agosto, según confirmó la Casa Blanca.

El decreto establece un marco de tarifas de entre 10% y 41% para decenas de naciones, con la justificación de equilibrar la balanza comercial y proteger la industria estadounidense. “Las mercancías de cualquier socio comercial extranjero que no figure en el Anexo I de esta orden estarán sujetas a un arancel “ad valorem” adicional del 10%”, indica el documento. En el caso colombiano, esta tasa adicional se sumará a los aranceles ya existentes, elevando el total al 20%.

Trump argumentó que el endurecimiento de la política arancelaria busca “hacer grande y rico a Estados Unidos de nuevo” y acusó a Canadá de no cooperar en la lucha contra el fentanilo, al tiempo que denunció la presencia de laboratorios de drogas operados por cárteles mexicanos en territorio canadiense. La administración aseguró que la medida responde tanto a represalias comerciales como a preocupaciones de seguridad nacional.

En contraste, México obtuvo una prórroga de 90 días para evitar el incremento arancelario, tras lo que Trump describió como una “conversación muy exitosa” con la presidenta Claudia Sheinbaum. La excepción permitirá continuar las negociaciones para alcanzar un acuerdo que evite afectar el comercio bilateral.

El decreto también elimina la exoneración fiscal para paquetes pequeños que hasta ahora ingresaban libres de impuestos con un valor inferior a 800 dólares, una medida que entrará en vigor el 29 de agosto y que impactará a miles de pequeñas transacciones en línea y envíos de comercio electrónico hacia Estados Unidos.

En Costa Rica, sectores exportadores alertan que los gravámenes de hasta 15% afectarán productos como café, piña, textiles y dispositivos médicos. Analistas advierten que la escalada proteccionista de Washington podría derivar en represalias comerciales y tensiones diplomáticas, mientras gobiernos de la región evalúan estrategias para mitigar el impacto en sus economías.