Estados Unidos enviará a 1.500 militares a la frontera con México para combatir la migración ilegal según la Casa Blanca el presidente Donald Trump «firmó una orden ejecutiva.
Trump busca frenar la migración ilegal proveniente de América Latina y busca centrarse en «la seguridad de las fronteras»,
El presidente afirma que la migración es desestabilizadora, y quiere negociar la repatriación de personas sin documentos.
Trump anunció restricciones drásticas a la inmigración y el asilo en Estados Unidos horas después de asumir el cargo, lo que incluye la proclamación de la emergencia nacional en la frontera con México y poner fin a la ciudadanía por nacimiento.
Trump prometió la deportación masiva de migrantes en situación irregular, pero está por ver si países como Cuba, Nicaragua y Venezuela los aceptan y cuántos recibirán los demás.
Por su parte el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha amenazado a las autoridades locales y estatales con llevarlas a juicio si no cooperan con las prometidas políticas migratorias de Trump, que incluyen la deportación de millones de migrantes en situación irregular.
Citando una cláusula constitucional sobre la división de poderes, el fiscal general interino, Emil Bove, dijo en un memorando que «la ley federal prohíbe a los actores estatales y locales resistirse, obstruir e incumplir de cualquier modo las órdenes legales relacionadas con la inmigración».
El Departamento de Justicia está en contra de las llamadas ciudades santuario controladas por demócratas restringen la cooperación con las autoridades federales de inmigración y protegen a los migrantes de ser expulsados y la administración Trump asegura que dichas políticas son inconsistentes con las iniciativas migratorias de Trump y amenazan la seguridad pública y la seguridad nacional».
La administración Trump considera que el FBI y otras agencias deberían «revisar sus archivos en busca de información identificativa o datos biométricos de personas que se encuentren ilegalmente en Estados Unidos».