El gobierno de Estados Unidos, liderado por Donald Trump presentó una demanda el lunes contra las autoridades de Los Ángeles, acusándolas de obstaculizar las políticas migratorias federales, en medio del aumento de redadas impulsadas desde Washington para reforzar el control migratorio en todo el país.
El Departamento de Justicia estadounidense calificó de “ilegales” las políticas de la ciudad, que además fue declarada por sus autoridades demócratas como “ciudad santuario” para inmigrantes, y afirma que las mismas “interfieren con la aplicación de las leyes de inmigración del gobierno federal”.
La demanda fue presentada ante un tribunal federal en California y señala directamente a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, del Partido Demócrata, así como al presidente del Concejo Municipal, Marqueece Harris-Dawson, y a todos los miembros del cuerpo legislativo local.
Aunque Los Ángeles ya era ampliamente reconocida como una ciudad santuario, el Concejo Municipal formalizó esa condición mediante una ordenanza aprobada en noviembre del año pasado, poco después de la elección del republicano Donald Trump como presidente.
La ordenanza municipal establece restricciones claras como la prohibición de utilizar recursos municipales para ejecutar las directrices federales en materia de migración, así como el intercambio de información con las autoridades federales en la ejecución de las políticas migratorias impulsadas por la administración Trump.