El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha elevado la tensión en la cumbre de la OTAN en Países Bajos con una ofensiva directa contra España por su negativa a asumir el nuevo objetivo de gasto militar del 5 % del PIB. La propuesta, impulsada desde la Casa Blanca y respaldada por el secretario general de la alianza, Mark Rutte, ha encendido un debate profundo sobre el rumbo de la defensa europea y la cohesión del bloque.

Trump, en declaraciones a bordo del Air Force One, calificó a España como un socio que siempre ha pagado muy poco dentro de la organización y advirtió que hay un problema con su compromiso. La crítica llega tras la carta del presidente español Pedro Sánchez a Rutte solicitando una “fórmula más flexible” o la exclusión del país de dicha exigencia. Washington considera inaceptable que algunos países aún no hayan alcanzado siquiera el umbral del 2 % pactado en 2014.

El objetivo del 5 %, que debe cumplirse antes de 2035, contempla un 3,5 % destinado al gasto militar directo y un 1,5 % adicional en áreas estratégicas como ciberseguridad e infraestructura dual. La medida representa un giro histórico que, según diplomáticos de la OTAN, responde no solo a las exigencias de Trump, sino a un intento de reequilibrar la alianza tras años de dependencia de EE. UU.

La ministra de Defensa española, Margarita Robles, respondió asegurando que España es un aliado serio, fiable y comprometido, mientras que en Bruselas se multiplican las dudas sobre el impacto económico y social de la propuesta. Francia, Italia y Eslovaquia también han expresado reservas, anticipando una cumbre marcada por negociaciones intensas y tensiones latentes.

Pese a las divisiones, Trump ha reivindicado como un éxito el aparente respaldo mayoritario a su plan, compartiendo incluso mensajes privados de Rutte en los que el secretario general lo felicita por su “acción decisiva” y promete que “Europa va a pagar a lo grande”. Mientras tanto, el artículo 5 de defensa mutua, piedra angular de la OTAN, permanece sin un compromiso claro del mandatario estadounidense, quien se limitó a decir que «ser amigo» es su mayor garantía.