Lo que debería ser un momento solemne para la comunidad internacional se perfila también como una oportunidad diplomática para el presidente Donald Trump. El líder republicano confirmó que, durante su estadía en Roma para el funeral del papa Francisco, buscará reunirse con varios jefes de Estado y discutir temas comerciales.

«Todos quieren hablar de comercio», declaró Trump desde el Despacho Oval, acompañado del primer ministro noruego Jonas Gahr Støre. Aseguró estar dispuesto a aprovechar la presencia global en la capital italiana para reactivar contactos bilaterales. A este evento asistirán líderes de peso como Emmanuel Macron, Javier Milei, Lula da Silva y Volodímir Zelenski, entre otros.

La visita a Roma, acompañada por la primera dama Melania Trump, fue precedida por una reciente reunión con la primera ministra italiana Giorgia Meloni, quien habría alentado al mandatario estadounidense a capitalizar el encuentro para afianzar lazos económicos. En paralelo, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, reveló avances en negociaciones con Corea del Sur, mientras que Trump aseguró haber sostenido conversaciones con China, pese a la negativa de Pekín.

Más allá del protocolo funerario, la agenda de Trump busca consolidar su rol en la escena global. “No importa quién estuvo allí, hubo contacto”, dijo con su estilo característico al referirse a las conversaciones con representantes chinos. Y aprovechó para reafirmar su buena sintonía con Noruega, apuntando a futuras sinergias comerciales.