Las inundaciones en Texas, Estados Unidos, han dejado al menos 60 personas fallecidas y más de una veintena de niñas desaparecidas, luego de que lluvias torrenciales provocaran el desbordamiento del río Guadalupe en cuestión de minutos. El desastre impactó con fuerza la zona de Kerrville, donde más de 750 menores asistían a un campamento cristiano de verano. Las autoridades confirmaron que el nivel del agua subió ocho metros en apenas 45 minutos, arrastrando casas y vehículos río abajo.
Los servicios de rescate trabajan contra el reloj en tierra, aire y agua para localizar sobrevivientes. “Cada minuto cuenta”, dijo el gobernador Greg Abbott, quien anunció la expansión del estado de desastre y solicitó apoyo federal urgente. El Servicio Meteorológico reportó más de 300 milímetros de lluvia en una noche, lo que equivale a un tercio del promedio anual en esa región.
El presidente Donald Trump también se pronunció, afirmando: “Acabo de firmar una Declaración de Desastre Mayor para el condado de Kerr”. Añadió que su administración está coordinando esfuerzos con autoridades estatales y locales, y destacó que más de 850 vidas ya han sido rescatadas por la Guardia Costera y los socorristas de Texas. “Estas familias están sufriendo una tragedia inimaginable”, expresó.
Testigos en la zona describieron escenas de destrucción absoluta, con casas arrastradas por la corriente y el agua alcanzando la altura de los árboles.Mientras tanto, los equipos de búsqueda continúan recorriendo el río en condiciones extremas, ante el temor de que la cifra de víctimas siga aumentando.