Las inundaciones en Texas, EE.UU., han dejado al menos 27 personas muertas, incluyendo nueve menores, tras el desbordamiento del río Guadalupe en la región de Texas Hill Country. Las lluvias torrenciales provocaron un aumento súbito del nivel del agua, que subió hasta 8 metros en solo 45 minutos, dejando un rastro de destrucción a su paso.

Entre los desaparecidos se encuentran más de 20 niñas atrapadas en el campamento cristiano Camp Mystic. Equipos de rescate, apoyados por helicópteros, drones y embarcaciones, continúan las labores de búsqueda. Más de 1,000 efectivos han sido desplegados para hacer frente a la emergencia.

Al menos 850 personas han sido evacuadas o rescatadas, y de ellas 237 fueron extraídas por vía aérea. Las autoridades han emitido nuevas alertas por posibles lluvias adicionales que podrían agravar la situación en las próximas horas.

La emergencia ha sido calificada como “catastrófica”. El gobernador Greg Abbott y el presidente Donald Trump anunciaron el despliegue de la Guardia Nacional y la activación de ayuda federal, mientras se habilitan refugios para las familias afectadas.