Seis personas perdieron la vida y al menos una decena resultaron heridas tras un ataque a tiros en Jerusalén Este, donde dos hombres abrieron fuego contra una parada de autobús en el barrio de Ramot. 

El hecho, considerado uno de los más letales desde el inicio de la guerra en Gaza, ocurrió en la zona de mayoría palestina anexionada por Israel. 

El primer ministro Benjamín Netanyahu llegó al sitio tras el ataque, mientras los equipos de emergencia atendían a las víctimas.

«Estamos luchando contra el terrorismo, contra el régimen hutí, contra Irán, que los respalda a todos, en Gaza, en Líbano, contra Hezbolá, en todos los frentes. No vamos a ceder. Intensificaremos nuestras operaciones y lograremos todos nuestros objetivos» aseguró  Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel.

El movimiento islamista palestino Hamás, en guerra con Israel en la Franja de Gaza, se felicitó del ataque y afirmó que los asaltantes eran palestinos. El ejército israelí indicó que sus fuerzas «están buscando a sospechosos» en la zona del ataque y rodeaban pueblos palestinos en la región de Ramala, en Cisjordania ocupada.