Las autoridades de Shanghái evacuaron a más de 280 mil personas este miércoles ante el avance del tifón Co-May, el octavo de la temporada en China, que tocó tierra en la ciudad costera de Zhoushan, en la provincia de Zhejiang, con vientos cercanos a los 83 km/h.

La megalópolis oriental elevó sus niveles de alerta, cerró parques, suspendió clases y canceló actividades al aire libre mientras la tormenta, degradada ya a categoría tropical, se desplazaba hacia el noroeste a 17 km/h.

 

El Observatorio Meteorológico Central emitió una alerta naranja, el segundo nivel más alto, por precipitaciones, advirtiendo que las lluvias acumuladas podrían superar los 100 milímetros en menos de 24 horas.

El paso del tifón también ha provocado la cancelación de decenas de vuelos y ha interrumpido parcialmente el transporte terrestre en la ciudad. En la provincia de Zhejiang, la respuesta de emergencia se elevó al nivel 3, intensificando los protocolos de prevención.

Además del impacto directo del tifón, las autoridades mantienen activas alertas por un posible tsunami derivado del fuerte sismo de magnitud 8,8 registrado en la península de Kamchatka, en Rusia.