El gobierno de Estados Unidos ha desplegado cerca de 700 Marines y pretende agregar unos 2 mil elementos más de la Guardia Nacional, en Los Ángeles, sumándose a los cuerpos de seguridad ya presente en la ciudad, en respuesta a los disturbios originados por las recientes redadas migratorias del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, ICE.
Durante la jornada, el gobernador de California, Gavin Newsom, anunció formalmente su intención de demandar al gobierno federal, calificando el despliegue de las fuerzas como una invasión inconstitucional y una violación de la soberanía estatal.
El presidente Donald Trump criticó la postura del gobernador, mientras que aplaude el despliegue de las tropas, al mismo tiempo que amenaza con invocar la Ley de Insurrección si la situación lo requiere. En contraste, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, acusó al gobierno federal de provocar el caos e instó a reducir la presencia militar para evitar una mayor escalada.
Las protestas en la ciudad, que comenzaron el fin de semana, continuaron este lunes con nuevos actos de vandalismo y enfrentamientos esporádicos. La Policía de Los Ángeles mantiene la alerta táctica y confirmó decenas de arrestos adicionales, entre ellos 42 ciudadanos mexicanos, según informó la cancillería de ese país.
Las detenciones masivas por parte del ICE, muchas de ellas realizadas sin orden judicial en zonas residenciales y laborales, han sido interpretadas por líderes estatales y defensores de derechos humanos como una estrategia migratoria desproporcionada.