Una antigua prisión de Tennessee se convertirá en centro de detención para migrantes, luego de que las autoridades de la localidad aprobaran el acuerdo que da luz verde al proyecto.

Residentes y activistas protagonizaron enérgicas protestas contra la construcción del centro, que será operado por una empresa privada, sin embargo, los cinco miembros del Consejo Municipal de Mason, además del alcalde, Eddie Noeman, y el teniente alcalde, Reynaldo Givhan, dieron el visto bueno.

A la reunión asistieron también unas pocas docenas de personas, muy indignadas, que se oponen a permitir que el ICE aloje en Mason a migrantes detenidos en el marco de la campaña de deportaciones masivas del presidente, Donald Trump. El mandatario ha promocionado un centro de detención en Florida donde las denuncias de maltrato a los arrestados han derivado en demandas por parte de defensores de los derechos civiles y grupos ambientalistas.

El alcalde Eddie Noeman afirmó que quería reabrir la prisión para llevar empleos y desarrollo económico al pueblo, que ha enfrentado problemas financieros y necesita mejoras en infraestructura. El edil, un inmigrante egipcio-estadounidense que tiene negocios en la localidad desde hace tiempo, calificó el proyecto como una “situación en la que todos ganan”, lo que provocó una cascada de abucheos.

“No es nada personal contra ningún inmigrante”, dijo Noeman, agregando momentos después que “lo que busco es dar empleo a la gente».

CoreCivic, empresa a quien se le encargó la obra, explicó en un comunicado que la instalación del ICE creará casi 240 nuevos empleos, y que está anunciando vacantes para agentes de detención con un salario de 26,50 dólares por hora. Las instalaciones generarían también alrededor de 325.000 dólares en ingresos anuales por impuestos a la propiedad y otros 200.000 para la localidad, que podrían invertirse en escuelas, mejoras de infraestructura y otros proyectos.

“Los servicios que brindamos ayudan al gobierno a resolver problemas de maneras que no podría hacer solo, para ayudar a crear comunidades más seguras al ayudar con los desafíos actuales de inmigración, mejorar drásticamente el estándar de atención para las personas vulnerables y satisfacer otras necesidades críticas de manera eficiente e innovadora”, indicó CoreCivic.