Taiwán encendió las alertas tras las declaraciones del viceministro de Relaciones Exteriores, Francois Wu Chih‑chung, quien advirtió directamente que “China se está preparando para invadir Taiwán”, y exhortó a la población a no cometer los mismos errores del pasado. La advertencia fue vertida en una entrevista con Sky News donde Wu subrayó que, por sí sola, la isla nunca podría estar completamente preparada frente al poderío chino.

Mientras tanto, las tensiones se acentúan con ejercicios militares recientes del Ejército Popular de Liberación en torno a las aguas taiwanesas, en especial durante maniobras como “Channel Thunder‑2025A”, consideradas simulacros de ataque que envían una señal clara a Taipei. 

En respuesta, Taipéi ha reforzado su estrategia de defensa asimétrica, adoptando medidas como producción local de drones, modernización de sus fuerzas armadas y la implementación del llamado modelo “porcupine strategy” para disuadir cualquier intento de agresión.

La vicepresidenta Bi‑khim Hsiao recalcó hace poco que Taiwán no busca confrontación, pero sí incrementa urgentemente sus capacidades de autodefensa para disuadir provocaciones chinas. Además, insistió en que la comunidad internacional debe respetar al menos el statu quo en el estrecho y que cualquier intento de coerción unilateral sería destabilizador para toda la región.