El Kremlin reaccionó con firmeza ante el ultimátum del presidente estadounidense Donald Trump, quien advirtió que impondrá nuevas sanciones y aranceles a Rusia si no detiene su ofensiva militar en Ucrania antes del 8 de agosto.
El portavoz ruso, Dmitri Peskov, minimizó la amenaza y aseguró que Moscú ya está acostumbrado a vivir bajo sanciones occidentales. “Nuestra economía ha demostrado resistencia. Tenemos una cierta inmunidad a estas medidas”, afirmó este martes.
Trump, desde el Air Force One, advirtió que si Rusia no cesa sus ataques en los próximos diez días, enfrentará un nuevo paquete de sanciones, centrado en aranceles económicos.
A pesar de las presiones, el Kremlin reiteró que no detendrá su campaña en Ucrania, aunque afirma seguir abierto al diálogo de paz. La respuesta indica que Moscú no cederá fácilmente a la presión económica de Estados Unidos, lo que anticipa una nueva escalada en la tensión entre ambas potencias.