Bajo estrictas medidas de seguridad y en un clima de tensiones internacionales, Rusia conmemoró este viernes el Día de la Victoria con un imponente desfile militar en la Plaza Roja de Moscú.

El evento, que recuerda la derrota de la Alemania nazi en 1945, adquirió este año un carácter especialmente simbólico en medio del conflicto en curso con Ucrania.

El desfile de este año ha sido el más grande desde el inicio de la guerra en Ucrania y reunió a la mayor cantidad de líderes extranjeros en una década y se observó la presencia de contingentes militares de Azerbaiyán, Vietnam, China, Egipto y varios otros países participantes.

Entre los asistentes destacaron el mandatario de China, Xi Jinping, Lula da Silva de Brasil, además de el venezolano Nicolás Maduro, y el presidente de Cuba, Miguel Díaz- Canel, una señal clara de que Putin busca mostrar que Rusia no está aislada del mundo, pese a las sanciones de Occidente.