El gobierno ruso expresó este viernes su firme rechazo al reciente ataque de Israel contra territorio iraní, calificándolo como una violación directa al derecho internacional. Desde Moscú se advirtió que esta ofensiva representa una seria amenaza a la estabilidad de Oriente Medio y contraviene los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas.
Rusia se quejó porque Israel atacó justo cuando Irán y Estados Unidos estaban intentando llegar a un acuerdo, y también mientras se estaba llevando a cabo una reunión importante sobre energía nuclear (la del OIEA).
Para el Kremlin, esto hace que el ataque de Israel sea todavía más grave y como una provocación. Y añadido a ello, se reporta que el ataque israelí habría alcanzado instalaciones nucleares y bases militares, e incluso residencias de altos mandos. Medios estatales iraníes informaron que murieron figuras importantes como el jefe de los Guardianes de la Revolución, Hosein Salami, y el jefe del Estado Mayor, Mohamed Bagheri.
Las autoridades rusas acusaron a Israel de adoptar una postura deliberadamente escalatoria, con pleno conocimiento de los riesgos que implica atacar infraestructura nuclear en territorio iraní. También advirtieron sobre el posible impacto radiológico de los bombardeos y exigieron una evaluación técnica objetiva por parte del OIEA.
Finalmente, Rusia le echó la culpa a los países de Occidente. Afirmando que ellos están calentando el ambiente contra Irán en las reuniones internacionales y que eso, en vez de ayudar, lo único que hace es complicar más la situación en la región y que no se pueda dialogar de verdad.
De hecho, se sabe que algunos países occidentales incluso habrían trabajado con Israel para «alentar una respuesta enfocada y proporcional» tras ataques anteriores, lo que podría indicar que hay distintas posturas incluso entre aliados.