Este lunes, el primer Ministro de Reino Unido, Keir Starmer, advirtió que su país corre el riesgo de volverse “una isla de desconocidos”, a la vez reveló que implementarán diferentes medidas para endurecer las normas de inmigración, enfrentando un tema que ha complicado a gobiernos sucesivos y ha avisado el surgimiento de un nuevo partido antiinmigrantes que podría amenazar el orden político de la nación.
Starmer, que recién llego al cargo, enfrenta una presión de votantes cada vez más frustrados por los altos niveles de inmigración que muchos creen han sobrecargados los servicios públicos y exacerbado las tensiones en algunas partes de Reino Unido.
El primer Ministro se comprometió a poner fin al «fallido experimento de fronteras abiertas del Reino Unido», menos de dos semanas después que Reform UK aprovechará el tema para lograr victoria en las elecciones locales.