A más de 72 horas de las elecciones en Bolivia, el país se prepara para elegir a su próximo presidente. La jornada está prevista para el domingo 17 de agosto y aunque en la papeleta figuran nueve nombres, sólo ocho continúan oficialmente en la elección, tras la renuncia de Eva Copa, cuya decisión fue tomada cuando el material electoral ya había sido impreso.
Samuel Doria Medina, empresario paceño de 66 años, encabeza la lista con poco más del 21% de respaldo ciudadano, según cifras oficiales. El también político socialdemócrata busca, por cuarta vez, llegar a la presidencia, aunque nunca había estado tan cerca de lograrlo como ahora.
Reconocido por haber construido su fortuna a partir de la empresa cementera Soboce, vendida por su familia en 2014 por unos 300 millones de dólares,, actualmente es dueño de la franquicia boliviana de Burger King y ha invertido en el sector hotelero. De llegar al poder, Doria Medina propone reformas profundas en materia económica: promete renegociar la deuda externa y eliminar el subsidio a los combustibles.
Con apenas un punto de diferencia, lo sigue Jorge “Tuto” Quiroga, expresidente de Bolivia entre 2001 y 2002, tras la renuncia del general Hugo Banzer Suárez, de quien fue vicepresidente. Quiroga, ingeniero de 65 años y autodefinido como liberal, no oculta su intención de aplicar reformas estructurales.
Ambos candidatos buscan atraer al electorado decepcionado con el oficialismo, que enfrenta una crisis interna entre el presidente Luis Arce y el exmandatario Evo Morales.
La división ha debilitado al Movimiento al Socialismo, MAS, que por primera vez en casi dos décadas no lidera la intención de voto. Su candidato, el exministro de gobierno Eduardo Del Castillo, aparece en el séptimo lugar y con escasas probabilidades de competir en una eventual segunda vuelta.
La figura más destacada dentro del bloque de izquierda es Andrónico Rodríguez Ledezma, presidente del Senado y dirigente cocalero de 36 años. Fue visto inicialmente como una opción de consenso dentro del MAS, pero su respaldo ha disminuido significativamente.
Completan la lista de aspirantes el alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, del partido Autonomía Para Bolivia; Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano; Johnny Fernández, actual alcalde de Santa Cruz de la Sierra, por la alianza Fuerza del Pueblo; y Pavel Aracena, del partido Acción Democrática Nacionalista. Todos ellos figuran con bajos porcentajes de intención de voto.
Con un escenario político fragmentado y un electorado crítico de las principales fuerzas del país, Bolivia se encamina a unas elecciones marcadas por la incertidumbre, pero también por la posibilidad de un cambio de rumbo tras casi 20 años de hegemonía del Movimiento al Socialismo.