Este 7 de mayo inició el Cónclave, uno de los procesos más enigmáticos y simbólicos de la Iglesia, con 133 cardenales menores de 80 años, reunidos bajo completo aislamiento en la Capilla Sixtina, con la misión de elegir al sucesor del papa Francisco.

Expertos señalan que entre los nombres que se resuenan como favoritos para suceder a Francisco, destacan cuatro figuras clave dentro de la Iglesia Católica.

Pietro Parolin, de 70 años y actual Secretario de Estado del Vaticano, cuenta con una carrera marcada por su habilidad diplomática, se le reconoce por haber negociado el acuerdo de 2018 entre la Santa Sede y China sobre el nombramiento de obispos.

Con 60 años, el patriarca de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, se ha ganado reconocimiento por su firme compromiso con el diálogo entre religiones.

Luis Antonio Tagle, cardenal filipino de 67 años y arzobispo de Manila, es considerado una figura clave dentro de la Iglesia por su carisma y cercanía con los fieles.

Y en cuarto lugar, Matteo Zuppi, de 69 años, arzobispo de Bolonia y líder de la Conferencia Episcopal Italiana, es una figura influyente en el Vaticano por su cercanía a los más necesitados.

Aparte de los favoritos, hay otras opciones de cardenales muy mencionados, y siempre hay un margen para sorpresas en un Cónclave.

Mientras tanto, el mundo entero observa la chimenea de la Capilla Sixtina, esperando el momento en que del cónclave emerja humo blanco, la señal de que hay nuevo Papa.