Alejandro Arias Monge, conocido como «El Diablo», es considerado el narcotraficante más buscado de Costa Rica y uno de los principales objetivos de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos, DEA.

La DEA ha ofrecido una recompensa de hasta $1 millón de dólares por información que conduzca a su captura o condena, debido su peligrosidad y su influencia en el crimen organizado transnacional.

Arias Monge lidera una red criminal que opera desde Costa Rica, utilizando el país como punto de tránsito para grandes cargamentos de cocaína provenientes de Colombia.

Su organización tiene células activas en todas las provincias costarricenses y se ha caracterizado por su violencia y uso de las redes sociales para intimidar a la población. Además de narcotráfico, enfrenta cargos por homicidio, robo agravado y lavado de dinero.

Su notoriedad ha sido reforzada por su capacidad para evadir la justicia, lo que ha llevado a las autoridades nacionales a solicitar apoyo internacional para su captura.

El último reporte policial reveló que Arias Monge estaría refugiado en las selvas del caribe de Nicaragua, desde donde continúa dirigiendo una de las redes criminales más temidas en la región.