Veintiún países, entre ellos Francia, España y Reino Unido, expresaron este miércoles su rechazo al plan de Israel para construir miles de viviendas en el área conocida como E1, que conecta Jerusalén con el asentamiento de Ma’ale Adumim y que, de concretarse, partiría en dos el territorio cisjordano.
En un comunicado conjunto, los ministros de Exteriores calificaron el proyecto de “inaceptable” y de “violación flagrante del Derecho Internacional”. Advirtieron que la medida pondría en riesgo la viabilidad de un Estado palestino y podría desencadenar un aumento de la violencia y la inestabilidad en la región.
El plan, respaldado por el ministro de Finanzas israelí Bezalel Smotrich, contempla unas 3.400 viviendas y ha sido descrito como “el clavo final en el ataúd” de la solución de dos Estados. Smotrich aseguró que su aprobación busca impedir la creación de un Estado palestino y consolidar la soberanía israelí sobre la zona.
Los gobiernos firmantes instaron a Israel a respetar la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU y a detener la expansión de asentamientos en territorios ocupados. También reclamaron el levantamiento de restricciones económicas a la Autoridad Palestina.
El proyecto E1, largamente aplazado por la presión internacional, parece ahora avanzar con mayor rapidez, lo que genera preocupación en la comunidad internacional ante el posible inicio de obras en los próximos meses.