A partir del 7 de mayo de 2025, Estados Unidos dará un paso clave en la estandarización de su sistema de identificación con la entrada en vigor del Real ID. Esta medida federal, impulsada tras los atentados del 11 de septiembre, obligará a los viajeros mayores de 18 años a presentar una identificación compatible para abordar vuelos domésticos o ingresar a edificios federales protegidos.

El Real ID se presenta como una licencia de conducir o tarjeta de identificación estatal con estándares de seguridad elevados y una marca especial, como una estrella dorada, que certifica su validez federal. Su implementación busca reducir los riesgos de suplantación de identidad y fortalecer los controles en sectores sensibles como la aviación comercial y la seguridad gubernamental.

Según el Departamento de Seguridad Nacional, más de 200 millones de estadounidenses aún no han actualizado sus documentos. Autoridades han instado a la población a verificar si sus identificaciones cumplen con el nuevo requisito y, de no ser así, iniciar el trámite antes del plazo.

Aunque la medida afectará principalmente a quienes viajen por avión o necesiten acceder a instalaciones federales restringidas, los documentos tradicionales seguirán siendo válidos para conducir, votar, acceder a hospitales o realizar trámites en oficinas postales. No obstante, las autoridades subrayan la importancia de actualizarse para evitar contratiempos en aeropuertos o eventos oficiales.

La adopción completa del Real ID, tras años de postergaciones, representa un cambio significativo en la política de seguridad nacional de EE.UU., que busca enfrentar amenazas emergentes con un sistema de identificación más robusto, uniforme y difícil de falsificar.