Miles de trabajadores del sector salud de Argentina se reunieron el jueves en la emblemática Plaza de Mayo de Buenos Aires, bajo el lema “la salud no se toca”, en una multitudinaria protesta que reclamó mejoras salariales y denunció lo que consideran un progresivo “vaciamiento sistemático” de la salud por el ajuste fiscal del gobierno del presidente Javier Milei.
Con pancartas que exigían “recomposición salarial ya” y defendían al hospital público con frases como “el hospital no se toca”, la manifestación reunió a médicos, residentes, enfermeros y distintos gremios del sector.
Los manifestantes señalaron que la situación laboral se ha vuelto insostenible debido a recortes presupuestarios y sueldos que no se ajustan al ritmo de la inflación.
El conflicto se agravó en los últimos días por la situación del Hospital de Pediatría Juan Garrahan, principal centro infantil del país, que lleva meses en estado de protesta.
Sus trabajadores denuncian un estancamiento presupuestario y condiciones salariales que empujan a muchos profesionales a abandonar sus puestos y afirman que “El hospital funciona con un presupuesto del 2023”.
Mientras se desarrollaba la protesta, el ministro de Salud, Mario Lugones, negó en la red social X que el gobierno esté desfinanciando al hospital Garrahan. Según explicó, lo que se está realizando es un reordenamiento para “terminar con los curros legales y la mala administración”.