Sao Paulo, Brasilia y Rio de Janeiro lucieron abarrotadas de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro, tras el anuncio del gobierno de Donald Trump sobre la imposición de aranceles contra el país suramericano y las sanciones hacia el juez a cargo del juicio contra el exmandatario. Los manifestantes lucieron mensajes de agradecimiento hacia Trump.
Por orden judicial, el expresidente Bolsonaro no asistió a la manifestación, ya que porta un brazalete electrónico en el tobillo y está obligado a quedarse en casa durante las noches, los fines de semana y tiene prohibido el uso de redes sociales.
Jair Bolsonaro es acusado de conspirar para mantenerse en el poder tras su derrota electoral en 2022 contra Luiz Inácio Lula da Silva, este delito lo expone a una condena en prisión. El caso se está ventilando y se prevé que finalice en las próximas semanas.
Quien sí asistió a los movimientos ciudadanos fue Flavio Bolsonaro, hijo del exmandatario, quien celebró en Copacabana las sanciones impuestas contra el juez Alexandre de Moraes.
El miércoles, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones financieras al juez de la corte suprema de Brasil Alexandre de Moraes, quien está a cargo del juicio y también es criticado por los bolsonaristas por su lucha contra la desinformación, que equiparan con “censura”.
Trump invocó una “caza de brujas” contra Bolsonaro para imponer un recargo arancelario del 50% a productos brasileños importados por su país, una medida que entrará en vigor el 6 de agosto.
El presidente Lula da Silva reaccionó ante las medidas impuestas por Estados Unidos. El mandatario brasileño dijo que su gobierno está dispuesto a negociar “en igualdad de condiciones” y que no quiere pelear, pero que no piensen que tiene miedo.