Un centenar de familiares y ciudadanos se manifestaron este fin de semana en Ciudad Juárez, Chihuahua, tras el hallazgo de 386 cuerpos acumulados en un crematorio privado al norte de México. Los manifestantes, agrupados en el colectivo «Justicia por Nuestros Deudos», marcharon desde la funeraria Latinoamericana hasta la Fiscalía para exigir una respuesta frente a esta macabra acumulación.
Denuncian que en muchos casos entregaron urnas con “cenizas” que parecían cemento o tierra, lo que ha desatado dudas sobre la autenticidad de los restos y un profundo dolor entre las familias. Según testimonios, solo seis cuerpos han sido plenamente identificados hasta ahora, mientras otros 67 cuentan con una identificación probable mediante huellas dactilares, y el resto permanece en análisis.
La Fiscalía ha imputado al dueño del crematorio y a un empleado por delitos relacionados con inhumación clandestina y manejo indebido de cadáveres. Además, se están investigando posibles omisiones de instancias estatales como la Comisión Estatal para la Protección de Riesgos Sanitarios. Las autoridades aseguran que avanzan en la recuperación de cuerpos y entregas acordes a la voluntad de las familias.