El presidente Donald Trump recibió este lunes en la Casa Blanca al presidente surcoreano, Lee Jae-myung, en una cumbre destinada a reforzar los lazos comerciales y de seguridad entre ambos países. El encuentro se desarrolló en un clima diplomático complejo, después de que Trump calificara de “purga o revolución” la crisis política que llevó a la destitución del expresidente Yoon Suk-yeol en 2024.
Durante la reunión, Lee sorprendió al solicitar públicamente a Trump un papel activo en la búsqueda de paz en la península coreana. “La única nación dividida es la península de Corea” dijo el mandatario, quien pidió una intervención en búsqueda de la paz.
Trump recibió muy bien el mensaje y, en presencia de la prensa, reiteró su disposición a retomar el contacto con el líder norcoreano, asegurando que espera reunirse con Kim Jong-un en el momento oportuno, reiterando que siempre ha mantenido una muy buena relación.
Más allá del tema norcoreano, la cumbre abordó los acuerdos comerciales alcanzados en julio, que redujeron los aranceles a las importaciones surcoreanas y garantizaron compromisos de inversión por más de 450.000 millones de dólares en Estados Unidos. Entre ellos figuran 150.000 millones destinados al sector naval y energético, considerados estratégicos por la Casa Blanca.
Con esta visita, Lee busca proyectar una relación sólida con Washington en defensa y economía, al tiempo que intenta no romper puentes con China, su mayor socio comercial.