El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció este miércoles ante el Congreso un plan anticorrupción con nuevas medidas de control, tras el encarcelamiento de su ex número tres y las crecientes demandas de dimisión por parte de la oposición.

El plan incluye la creación de una agencia independiente de integridad pública, el uso de inteligencia artificial para detectar fraudes en contratos, auditorías aleatorias del patrimonio de altos funcionarios y más protección para los denunciantes. Sánchez defendió que estas iniciativas buscan “restaurar la confianza” en las instituciones.

Sánchez acudió al Congreso para responder por el arresto de Santos Cerdán, su ex secretario de organización, acusado de sobornos en la adjudicación de obras públicas junto con el ex ministro de Transportes, José Luis Ábalos. Ambos, figuras clave en su ascenso político, son señalados en grabaciones donde discuten comisiones ilícitas y episodios personales de carácter sexual.

El caso se agravó el fin de semana con la renuncia de Francisco Salazar, colaborador cercano de Sánchez y señalado por presuntas conductas sexuales impropias hacia militantes del partido. Además, tanto su esposa como su hermano están bajo investigación judicial por tráfico de influencias y favoritismo.

La oposición ha intensificado las exigencias de renuncia al presidente, mientras el Partido Socialista trata de contener el daño reputacional y recuperar credibilidad con este paquete de reformas institucionales.