La ruptura de relaciones entre México y Ecuador cumple un año, tras el asalto policial a la embajada mexicana en Quito para apresar al exvicepresidente Jorge Glas. Claudia Sheinbaum ha dejado claro que, mientras Noboa siga en la Presidencia, ese episodio, que a su juicio violó la soberanía mexicana, impide cualquier restablecimiento de vínculos oficiales.

La mandataria calificó la reelección de Noboa de muy dudosa, apoyándose en informes de la OEA y de observadores internacionales que detectaron irregularidades, incluida la falta de licencia del candidato durante la campaña. México tampoco reconoce aún esos resultados, al igual que Colombia, lo que refuerza la postura de no retomar el diálogo diplomático.

En los últimos días, un comunicado militar ecuatoriano acusó a México de enviar sicarios para atentar contra Noboa, una afirmación que la Secretaría de Relaciones Exteriores rechazó tajantemente como una fantasía destinada a desgastar la imagen de México.

De manera formal, la mandataria mexicana todavía no ha reconocido el triunfo Noboa, como tampoco ha hecho el colombiano Gustavo Petro, mientras Ecuador sigue atravesando una inmensa crisis de violencia, que ha sembrado el caos en el país.