La noche del lunes, la policía turca recurrió al uso de balas de goma y gases lacrimógenos para disolver una protesta frente a la sede de una revista satírica en Estambul, donde ciudadanos se reunieron indignados por la supuesta publicación de una caricatura de Mahoma.

Un grupo de manifestantes atacó un bar en el centro de la ciudad de Estambul que suele ser frecuentado por los empleados de la revista Leman.

Pese a que los directivos de la revista LeMan niegan que la imagen publicada represente al profeta Mahoma, el fiscal general de Estambul ordenó la detención de cuatro empleados del medio, acusados formalmente de menospreciar los valores religiosos.

Según el ministro de Interior, el autor de la caricatura, identificado como D.P. ya fue detenido. La fiscalía también solicitó la detención de dos redactores jefes y el director de la redacción.

En redes sociales circula una versión en blanco y negro del dibujo que desató la polémica, donde se observa a dos figuras flotando en el cielo sobre una ciudad devastada por bombas. Uno de los personajes dice: “Salam aleikum, soy Mohamed”, utilizando el nombre árabe del profeta Mahoma, mientras que el otro responde: “Aleikum salam, yo soy Moisés”.

Sin embargo, Tuncay Agkun, editor jefe de la revista LeMan, defendió la publicación y afirmó que la imagen fue malinterpretada. Señaló que el dibujo hace referencia a un musulmán víctima de los bombardeos israelíes y destacó que alrededor de 200 millones de personas en el mundo islámico llevan el nombre de Mohamed.

En una publicación en la red social X, la revista explicó que «el dibujante quería mostrar la rectitud del pueblo musulmán oprimido representando a un musulmán asesinado por Israel» y afirmó que “nunca pretendió menospreciar los valores religiosos».