El secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth, autorizó el envío temporal de hasta 600 abogados militares al Departamento de Justicia para que se desempeñen como jueces de inmigración.
El Pentágono enviará los primeros grupos compuestos por 150 abogados, tanto militares como civiles y comenzarán a ser asignados “tan pronto como sea posible”. Además esperan tener identificado al primer grupo en el transcurso de la próxima semana.
Esta decisión responde a una solicitud directa del Departamento de Justicia, que enfrenta un sistema judicial migratorio colapsado, que actualmente tiene más de 3,5 millones de casos pendientes, una cifra que ha ido aumentando en los últimos años a medida que el gobierno federal ha intensificado sus acciones contra la inmigración irregular.
Durante la administración del presidente Donald Trump, el rol del ejército en tareas migratorias ha crecido considerablemente. Desde patrullajes en la frontera sur, despliegue de la Guardia Nacional en ciudades clave, hasta la detención de migrantes en bases militares y el uso de aviones del ejército para realizar deportaciones.
Actualmente, se estima que hay unos 600 jueces de inmigración en funciones. Con el refuerzo autorizado por el Pentágono, esa cifra podría duplicarse temporalmente, marcando un cambio sin precedentes en la forma en que se gestionan los procesos migratorios en Estados Unidos.
Los abogados enviados ejercerán funciones como jueces por un período inicial de hasta 179 días, aunque ese plazo podría ser renovado si la situación lo requiere.