Los principales campos agrícolas de California, Estados Unidos han entrado este miércoles en una inédita huelga de tres días, en protesta por las redadas migratorias del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, ICE, que dejaron más de 200 detenidos y un trabajador muerto. La jornada, llamada “Huelga por la Dignidad”, busca visibilizar la violencia sufrida por los jornaleros y exigir un alto a las detenciones arbitrarias.

La indignación estalló tras la muerte de Jaime Alanís, un jornalero de 57 años que cayó del techo de un invernadero al intentar huir de los agentes en Camarillo. Su caso encendió las alarmas en una región donde los operativos migratorios se han intensificado desde junio, generando choques entre autoridades, activistas y campesinos.

El paro afecta a zonas clave como Santa Bárbara, Oxnard, Ventura y Carpintería, epicentros de cultivos de alto valor para la economía estadounidense. Los jornaleros acusan a ICE de actuar con perfil racial, una práctica que un tribunal federal ordenó suspender el pasado viernes tras resolver que las redadas violan derechos constitucionales y deben garantizar acceso inmediato a abogados.

En conferencia de prensa desde Los Ángeles, trabajadores del campo y activistas reiteraron que la huelga es un llamado a detener el terror migratorio y a reconocer la dignidad de quienes alimentan al país.