El Papa Francisco continúa su recuperación tras haber sido dado de alta el pasado domingo, luego de 38 días de hospitalización por una grave infección respiratoria. Según el Vaticano, el Pontífice ha mostrado leves mejoras en su capacidad motriz, respiratoria y en el habla, pero su regreso a actos públicos, especialmente los relacionados con la Semana Santa, aún no está definido.
El portavoz de la Santa Sede subrayó que será necesario evaluar la evolución de la salud del Papa en las próximas semanas antes de tomar una decisión sobre su posible participación en los ritos litúrgicos. En caso de que no pueda presidir las ceremonias, el Vaticano estudia alternativas que podrían incluir la delegación de funciones a cardenales.
A pesar de su convalecencia, el Pontífice mantiene su tratamiento con fisioterapia y medicamentos, además de continuar con algunas de sus responsabilidades dentro del Vaticano. Sin embargo, su actividad pública sigue restringida y aún no recibe visitas en su residencia en Casa Santa Marta.
La incertidumbre sobre la presencia del Papa en los eventos de Semana Santa ha generado expectación dentro de la Iglesia católica, ya que esta celebración es una de las más importantes del calendario litúrgico. Aún no se ha determinado quién podría asumir la bendición «Urbi et Orbi» del Domingo de Resurrección ni la canonización de Carlo Acutis, previstas en la agenda del Vaticano.