Después de cinco semanas en el Hospital Gemelli de Roma, el papa Francisco recibió el alta médica este domingo y regresó al Vaticano, donde continuará su recuperación.
A sus 88 años, el pontífice enfrentó una neumonía doble que complicó su estado de salud y lo mantuvo bajo estricta observación médica.
Antes de abandonar el hospital, Francisco hizo una breve aparición pública, saludando a los fieles y expresando su gratitud por el apoyo recibido. Aunque se le vio frágil y con dificultades para hablar, destacó la importancia de la paciencia y la esperanza durante los momentos difíciles, en un mensaje distribuido previamente a la prensa.
El equipo médico que lo atendió confirmó que su estado es estable, pero reveló que hubo dos episodios críticos en los que su vida estuvo en riesgo. Ahora deberá cumplir con un período de convalecencia de al menos dos meses, en los que se espera que recupere completamente sus fuerzas.