Las autoridades panameñas impidieron que una caravana de migrantes venezolanos, que llegaban desde Costa Rica, avanzara hacia el centro del país y acordaron repatriarlos.

El martes, las autoridades panameñas impidieron que una caravana de migrantes, en su mayoría venezolanos, avanzara hacia el centro del país. Estos migrantes, que habían llegado desde Costa Rica, desistieron de la idea de llegar a los Estados Unidos tras las dificultades del trayecto y las estrictas políticas migratorias del presidente Donald Trump.

Los ministros de Seguridad de Panamá y Costa Rica acordaron que los migrantes serían enviados a un albergue en Costa Rica, donde se les realizarán controles biométricos. Posteriormente, serían repatriados vía aérea o marítima.

Varios migrantes expresaron su frustración por la difícil situación en la que se encontraban, entre ellos niños que habían estado varios días esperando en la frontera. Muchos señalaron que su principal objetivo era regresar a su país, Venezuela.