Las autoridades de varios países comenzaron a levantar las alertas de tsunami que se activaron desde el martes tras un fuerte terremoto de magnitud 8,8 ocurrido frente a la costa este de la península de Kamchatka, Rusia.
El sismo se produjo a las 11:25 a. m., hora local, noche del martes en América, a unos 130 kilómetros del litoral y con una profundidad estimada de 18 kilómetros, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos, USGS. La magnitud del terremoto lo ubica como el sexto más fuerte del que se tiene registro a nivel global.
El evento sísmico provocó alertas de tsunami en gran parte del Pacífico. El Centro Nacional de Alerta de Tsunamis de EE. UU., reportó que olas de hasta 1,09 metros alcanzaron la costa de California, mientras que en Japón se ordenó la evacuación de la planta nuclear de Fukushima como medida de precaución.
En Hawái, las autoridades cancelaron las órdenes de desalojo tras descartar una amenaza mayor.
En América Latina, México, Chile, Ecuador, El Salvador, Costa Rica y Nicaragua activaron alertas preventivas en sus litorales del Pacífico. En el caso de Colombia, se emitió inicialmente un aviso para su costa pacífica, que fue rebajado horas después.
Ecuador también tomó precauciones especiales en las Islas Galápagos, donde se reportaron olas de hasta 1,3 metros sin daños materiales, aunque se pidió a la población de zonas vulnerables trasladarse a lugares más altos.
Durante la tarde del miércoles, la mayoría de los países fueron desactivando sus alertas, ya que el riesgo de olas peligrosas disminuyó considerablemente.
El protocolo internacional establece que una alerta de tsunami se emite cuando se espera que las olas tengan potencial destructivo, mientras que un aviso indica que el fenómeno ha sido detectado, pero no representa una amenaza inmediata. Estos niveles pueden ser modificados según evolucione la situación.