Miles de fanáticos salieron a las calles de Birmingham para despedir a Ozzy Osbourne, ícono del heavy metal y voz de Black Sabbath, en una emotiva jornada marcada por música, flores y muestras de afecto. El cortejo fúnebre avanzó por puntos clave de la ciudad, incluyendo Broad Street y el puente dedicado a la banda, donde se vivieron escenas de profunda emoción frente al banco conmemorativo del artista.
El tributo público incluyó interpretaciones en vivo de clásicos de su carrera, en un ambiente que mezcló luto con celebración del legado de Osbourne. El acto coincidió con su última aparición en vivo semanas antes, cuando compartió escenario por última vez con sus antiguos compañeros de Black Sabbath ante más de 40 mil personas en Villa Park.
La despedida final concluyó con una ceremonia privada a la que asistieron su esposa Sharon y sus hijos.