La inteligencia artificial podría transformar radicalmente el mundo laboral. Según un nuevo informe de la ONU Comercio y Desarrollo, UNCTAD, hasta el 40% de los empleos a nivel global podrían verse afectados por esta tecnología en los próximos años. El informe resalta tanto los beneficios productivos como los riesgos de una automatización masiva.
Las economías avanzadas, donde predominan los empleos que requieren habilidades cognitivas, serían las más expuestas. Sin embargo, también están mejor equipadas para adaptarse y beneficiarse de la IA. En contraste, los países de ingresos bajos y medios enfrentan más desafíos, aunque la Inteligencia Artificial generativa podría representar una oportunidad de crecimiento laboral más que de reemplazo.
El estudio advierte que los beneficios de esta revolución tecnológica están concentrados en unas pocas manos. Cien empresas, principalmente de Estados Unidos y China, ya controlan el 40% del gasto global en IA corporativa. Aun así, economías emergentes como Brasil, India, China y Filipinas muestran avances prometedores en preparación tecnológica.
La organización advierte que, si no se toman medidas, el avance de la IA podría profundizar la desigualdad global, al favorecer el capital sobre la mano de obra y reducir la competitividad de los países con salarios bajos. La organización pide una mayor cooperación internacional para construir un marco regulatorio global que garantice un desarrollo equitativo.
En medio del temor al desempleo, el informe también invita a mirar la otra cara de la moneda: la inteligencia artificial no solo puede reemplazar tareas, sino también crear nuevas industrias y empoderar a trabajadores, especialmente en los países que logren adaptarse con rapidez