Ocho militares ecuatorianos fueron asesinados este viernes en una emboscada en la provincia de Orellana, en el noreste de Ecuador, durante un operativo contra la minería ilegal. El ataque, atribuido al grupo armado «Comandos de la Frontera», ocurrió en la zona selvática de Punino Alto, cerca de la frontera con Colombia.

Los uniformados, pertenecientes a la Brigada de Selva 19 Napo, fueron atacados cuando se dirigían a desmantelar campamentos ilegales utilizados para la extracción de oro en áreas protegidas. Las autoridades ecuatorianas confirmaron que los Comandos de la Frontera, una organización criminal con vínculos con las disidencias de las FARC, fueron responsables del mortal asalto.

La Fiscalía General del Estado informó que equipos de criminalística se han desplazado a la zona para levantar los cuerpos y recopilar evidencia, mientras continúan las investigaciones para identificar a los responsables directos del ataque. El grupo armado, conocido por operar principalmente en las provincias de Sucumbíos y Orellana, ha sido implicado previamente en ataques violentos contra fuerzas de seguridad ecuatorianas.

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, condenó el ataque y prometió una respuesta contundente para garantizar la seguridad en las provincias amazónicas, que se han convertido en territorio de disputa para grupos criminales que buscan controlar rutas del narcotráfico y recursos ilegales.

El líder de los Comandos de la Frontera, Roberto Carlos Álvarez Vera, está prófugo y enfrenta cargos por delincuencia organizada, tráfico de armas y lavado de activos. Las autoridades han intensificado la búsqueda para capturar a los cabecillas de este grupo armado