El gobierno de Colombia extraditó a ocho presuntos narcotraficantes hacia Estados Unidos, incluyendo a Henry Loaiza Montoya, alias «El Alacrán Jr.», hijo de un capo del Cartel de Cali.
Estos individuos enfrentan cargos por narcotráfico y concierto para delinquir, son requeridos por la Corte del Distrito Sur de Florida.
El presidente Gustavo Petro expresó su incomodidad con la extradición, afirmando que no le gusta sentirse como «carcelero» al entregar a ciudadanos colombianos a otras potencias.
Sin embargo, reconoció que esta medida era necesaria debido a los graves delitos cometidos en el ámbito del narcotráfico, como los homicidios a personas inocentes.
Entre los extraditados se encuentran individuos con vínculos con poderosos carteles colombianos y alianzas con mafias mexicanas.