Estados Unidos se prepara para una nueva ola de aranceles bajo la administración de Donald Trump. El presidente aseguró que estas medidas serán más justas en comparación con las tarifas que otros países imponen a los productos estadounidenses.
Aunque no se han dado detalles exactos, se espera que los nuevos impuestos afectan a sectores clave como el automotriz, además de seguir la línea de restricciones ya aplicadas al acero y aluminio.
Los mercados reaccionaron con incertidumbre. En Asia, las bolsas cerraron con fuertes caídas. Sin embargo, la Casa Blanca restó importancia a estas fluctuaciones y reafirmó su compromiso con el crecimiento económico. A partir del 3 de abril, entrará en vigor un arancel del 25% para vehículos y autopartes fabricados fuera del país, una medida que impactará especialmente a Canadá y México.
Para Trump, estos aranceles buscan reducir el déficit comercial y financiar futuros recortes de impuestos. Afirma que cualquier aumento de precios será compensado con una mayor capacidad de compra para los ciudadanos. Mientras tanto, los países afectados analizan posibles respuestas.