En medio de la incertidumbre que atraviesa el mercado internacional, las principales potencias comerciales, Estados Unidos y China, inauguraron este lunes una nueva ronda de negociaciones con la esperanza de frenar la guerra comercial y alcanzar una tregua que ponga un alto a los incrementos arancelarios promovidos por la administración de Donald Trump.
El encuentro es liderado por el viceprimer ministro He Lifeng por parte de China y a Estados Unidos lo representa una comitiva conformada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, el secretario de Comercio, Howard Lutnick y el representante comercial de la Casa Blanca, Jamiesos Greer.
La reunión se desarrolla a puertas cerradas y bajo un estricto secretismo en el Palacio de Lancaster House, debido a la delicadeza de los acuerdos que se puedan alcanzar y el impacto que estos pueden tener para el sector comercial.
Analistas ven en esta mesa un panorama incierto y menos prometedor que el encuentro en Suiza, en el que Estados Unidos aceptó bajar los aranceles sobre los productos chinos de 145% a un 30%, y China los redujo de 125% a 10% durante un lapso de 90 días.
Ambos países pusieron así fin temporalmente a la escalada arancelaria iniciada a principios de abril por Donald Trump, que ha ralentizado considerablemente sus intercambios comerciales.
Las exportaciones chinas hacia Estados Unidos cayeron un 12,7% en mayo con respecto a abril, según estadísticas oficiales publicadas el lunes, situándose en 28.800 millones de dólares.